No siempre prestamos atención a la gran cantidad de secretos que este mundo tiene para ofrecer, pero cuando lo hacemos, la complejidad de los objetos extraños que vemos nos deja perplejos.
Los Trovant son extrañas formaciones que se encuentran en una pequeña ciudad rumana. Su apariencia común los hace parecer rocas ordinarias, sin embargo, son mucho más únicos.
Los Trovant, que se dice que surgieron de las pérgolas de la Tierra hace unos 6 millones de años, se han hecho famosos por su inusual capacidad de desarrollo.
¡Sí, escuchaste bien! Estas piedras pueden crecer desde el tamaño de un guijarro hasta más de 10 metros de largo, aunque el proceso es extremadamente lento, tardando 1.000 años en depositarse entre 4 y 5 centímetros.
También se sabe que los trovant se mueven a una velocidad media de 2,5 mm por semana durante un período de dos semanas. Si bien es posible que esto se deba a un aumento de masa en un lado, lo que hace que la piedra se incline hacia adelante, también podría tener otra explicación oscura.
Estas extrañas formaciones de piedra han despertado mucho interés en la comunidad científica, por lo que los expertos las han «diseccionado» para tratar de entender qué está pasando. Desafortunadamente, se enfrentaron a otro acertijo.
Cuando los científicos los abrieron, descubrieron anillos circulares que se parecían mucho a los que se encuentran en los tocones de los árboles. Estos anillos se usaron luego para determinar la edad de los Trovant, al igual que los anillos de los árboles se usan para determinar la edad de los árboles.
Las extrañas piedras han sido identificadas como formas de vida inorgánicas después de un examen exhaustivo de sus desconcertantes propiedades.
A pesar de la presencia de «arena cementada» y sales minerales en su composición, su caparazón es tan fuerte y duro como cualquier otra roca.
Debido a las numerosas anomalías descubiertas, los investigadores que estudian a los Trovant han comenzado a formular diferentes ideas sobre su origen y naturaleza.
Según algunos investigadores, los minerales absorbidos por las piedras de la precipitación son la causa de su crecimiento. Siempre que están expuestos a fuertes lluvias, los minerales del interior se combinan con los productos químicos presentes, lo que permite una reacción que aplica presión desde el núcleo hacia el exterior del caparazón del Trovant, lo que permite un desarrollo periódico.
Otros investigadores creen que las piedras tienen la capacidad de reproducirse y posiblemente respirar. Puede sonar un poco metafórico, pero estos procesos en realidad están teniendo lugar, aunque en una escala minúscula.
Una sola «respiración» puede llevar de dos a tres semanas. Las llamadas «piedras vivas» contienen un pulso extraño que se puede detectar con equipos ultrasensibles. Algunos científicos creen que los Trovant son formas de vida de silicio con su propia conciencia, basadas en una serie de características inexplicables.
Aunque la ciencia aún está lejos de probarlo, no se pueden negar los extraños rasgos de los Trovant.
Una de las teorías más convincentes sostiene que fueron el resultado de terremotos antiguos, lo que implica que comenzaron en lo más profundo. Podemos dejar volar nuestra imaginación y especular sobre sus orígenes «verdaderos» porque sabemos muy poco sobre lo que sucede debajo de la superficie.
¿Son estos artefactos Trovant traídos a la superficie por un gran terremoto desde un inframundo oculto? ¿Hay algún mensaje oculto sobre ellos que deba ser descifrado?
Solo podemos especular, pero si este tema ha despertado su interés, planee verlos cada vez que esté en Rumania. Puede comprar una piedra para mascotas en la tienda de regalos o buscar una en el área por su cuenta.
Alternativamente, puede viajar a Rusia, la República Checa o Kazajstán para ver estas piedras vivas en su hábitat natural.
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