NUEVA EVIDENCIA SOBRE LA EXISTENCIA DEL ARCA DE NOÉ ENCONTRADA
La autenticidad de las escrituras bíblicas es uno de los temas más candentes de la teología contemporánea.
Muchos cristianos, particularmente en la iglesia occidental, creen que toda la escritura se basa en hechos históricos e interpretan que la Biblia es literalmente verdadera.
Otros, principalmente en la tradición ortodoxa oriental, creen que es más probable que las historias sean un relato alegórico de verdades espirituales en lugar de hechos empíricos. La visión final es que, si bien algunas de las historias son verdaderas, muchas son alegorías o mitos que se usan para iluminar las verdades acerca de Dios.
De todas las historias bíblicas, el famoso cuento del Arca de Noé es quizás el más ferozmente disputado en términos de su autenticidad histórica. Algunas encuestas han demostrado que la historia es ampliamente creída como literalmente cierta, con el 60% de los estadounidenses informando que creen en la historia.
ANTIGUOS RESTOS DE MADERA DE IMPORTANCIA HISTÓRICA
La creencia en la verdad literal de la historia es menos común en otros países cristianos donde a menudo se considera que es una historia que demuestra el poder feroz de Dios y su capacidad de misericordia para aquellos que le son fieles. Ahora la evidencia parece sugerir que lo primero puede ser cierto en realidad.
Hay una cantidad considerable de evidencia que parece apuntar a la verdad histórica de la historia del Arca de Noé. La historia de una gran inundación, o el Gran Diluvio, es una que aparece en la mitología de casi todas las culturas antiguas y alfabetizadas.
También hay evidencia geológica y arqueológica significativa que demuestra que hubo un aumento significativo del nivel del mar en el mundo antiguo que habría resultado en una inundación global. Por lo tanto, parece muy probable que el mundo del diluvio descrito en Génesis tenga alguna base fáctica.
LAS PALEOCORRIENTES APUNTAN A UNA INUNDACIÓN GLOBAL
En Génesis 8: 1-4 está escrito que el Arca de Noé finalmente se detuvo en el Monte Ararat cuando las aguas comenzaron a descender. La montaña, que se encuentra en Turquía, ha sido reconocida como el sitio del Arca de Noé por el gobierno turco desde 1987, pero se cree que esta se basó en un truco publicitario para atraer turistas, y no había evidencia real de que el sitio era donde un arca tenía que descansar.
1. Y se acordó Dios de Noé, y de todo ser viviente, y de todo el ganado que con él estaba en el arca; y Dios hizo pasar el viento sobre la tierra, y las aguas mitigaron;
2. Las fuentes también del abismo y las ventanas del cielo fueron detenidas, y la lluvia del cielo fue restringida;
3. Y las aguas volvieron de la tierra continuamente: y después del fin de los ciento cincuenta días, las aguas fueron disminuidas.
4. Y el arca descansó en el séptimo mes, el día diecisiete del mes, sobre las montañas de Ararat.
Sin embargo, en 2010, un grupo de arqueólogos evangélicos afirmó que habían descubierto un sitio más probable para el lugar de descanso del legendario arca y proporcionaron la evidencia física que afirmaron que era su caso.
En ese momento, los hallazgos de los investigadores fueron ampliamente descartados. Sin embargo, las pruebas en las piezas de madera descubiertas por los arqueólogos revelaron que tenían 4800 años, que es el mismo período en el que se cree que la gran inundación arrasó el mundo. Dado este notable descubrimiento, se consideró prudente que los investigadores se reúnan para analizar los hallazgos y las posibles implicaciones.
NUEVA EVIDENCIA
Ahora, el Geoscience Research Institute (GRI) celebró un simposio de tres días dedicado a establecer la verdad sobre los hallazgos en el Monte Ararat. Más de un centenar de investigadores vinieron de todas partes del mundo para hablar sobre la excavación.
La conclusión del simposio fue que los antiguos restos de madera tenían ciertamente un significado histórico, pero que su verdadero origen aún está nublado. Se llevarán a cabo más investigaciones durante el próximo año con la esperanza de determinar si los restos del Arca aún están realmente ubicados en el Monte Ararat y lo que esto significa para el futuro de la interpretación de las Escrituras.