Cuerpo de un pantano destrozado datado de hace 2,500 años descubierto.

En octubre pasado, la policía en Irlanda del Norte se desconcertó después del descubrimiento de huesos humanos y partes del cuerpo, en una tierra de turberas. Después de extensas pruebas, ahora se sabe que los restos no eran de una víctima de asesinato moderna, y que el cuerpo de una persona de la turbera irlandesa tiene en realidad más de 2,000 años de antigüedad, y potencialmente 2,500 años de antigüedad.

Asesinados violentamente hace miles de años, «Cuerpos de Turberas» es el término utilizado para los cadáveres de hombres, mujeres y niños, conservados de forma natural por la química de las turberas del Norte de Europa. Cuando se recuperan cuerpos de turberas, los arqueólogos y antropólogos dejan a un lado sus paletas y actúan como investigadores de la escena del crimen, aplicando las disciplinas de geología, química y comportamiento humano para revelar las circunstancias que rodean estas muertes a menudo espeluznantes.

No Querrías Terminar en una Turbera

Un ejemplo es Lindow Man II, uno de varios cuerpos humanos bien conservados encontrados en una turbera en Lindow Moss, cerca de Manchester, en 1984, que murió de manera violenta, sufriendo muchas lesiones antes de ser colocado boca abajo en una piscina en la turbera.

Un Cuerpo de Turbera Roto, pero Bien Conservado

La Policía de Irlanda del Norte (PSNI) recibió la alerta sobre huesos humanos que yacían en la superficie de una tierra de turberas en Bellaghy en octubre del año pasado. Recuperaron «una tibia, un peroné, luego un húmero, un cúbito y un radio del brazo derecho y pierna izquierda inferior de un joven hombre». Luego, cinco metros al sur de estos restos, se identificaron los huesos de un brazo izquierdo inferior y un fémur izquierdo, y entre la mayoría de los restos y la dispersión secundaria, la policía encontró «huesos de los dedos, uñas, parte del fémur izquierdo y el esternón».

Al contrario de otros cuerpos de turberas, éste conservaba «piel y uñas en la mano izquierda, uñas de los pies y posiblemente un riñón». Según un informe en el Belfast Telegraph, la Detective Inspector Nikki Deehan dijo que cuando los huesos fueron examinados por primera vez no estaban seguros si eran antiguos o más recientes. Por lo tanto, los huesos fueron tratados como pruebas de la escena del crimen, para preservar cualquier ADN que pudiera estar presente en las partes del cuerpo.

Manteniendo Altos Estándares Forenses

La Detective Inspector Deehan dijo que un antropólogo forense realizó la autopsia, y que los restos fueron fechados en el 14Chrono Centre de la Queen’s University Belfast. Se determinó que el individuo era un hombre de entre 13 y 17 años en el momento de la muerte, que ocurrió alrededor de aproximadamente 500 a.C., con una antigüedad de aproximadamente 2,000 – 2,500 años. Este resultado representa «la primera vez» que la datación por radiocarbono se ha utilizado para datar un cuerpo de turbera en Irlanda del Norte.

Un Hombre entre Árboles

John Joe O’Boyle, Director Ejecutivo del Servicio Forestal de Irlanda del Norte, dijo: «este es un hallazgo muy emocionante» y que ahora están trabajando con los Museos Nacionales de Irlanda del Norte para preservar los restos e interpretar las circunstancias que llevaron a dejar el cuerpo en la turbera.

Añadiendo a la mística de este descubrimiento, los restos humanos dispersos fueron descubiertos entre los restos fosilizados de un árbol, sugiriendo que el difunto fue enterrado entre un bosque de árboles.

Según National Geographic, un patrón entre los cuerpos de turberas recuperados en Irlanda es que la mayoría fueron enterrados en los límites de los antiguos reinos irlandeses. Y aunque muchos antropólogos piensan que es simplemente una coincidencia, se ha sugerido que los cuerpos formaban parte de un ritual de sacrificio real, posiblemente asesinados para apaciguar a las «diosas de la fertilidad que los pueblos celtas y germánicos creían tenían el poder de la vida y de la muerte».

Imagen superior: Expertos llevaron a cabo pruebas en un cuerpo de turbera irlandés encontrado en Bellaghy, con una antigüedad de más de 2,000 años. Fuente: PSNI