Investigadores aseguran que Bennu podría tener tecnología alienígena en su interior
Actualmente es de conocimiento público la serie de objetos estelares que viajan en el espacio, en ocasiones teniendo contacto con la Tierra. Sin embargo, algunos asteroides o cometas tienen sus trayectorias bastante definidas, por lo que pueden viajar y volver a la Tierra tras meses o años después de su última aparición. Pero, ¿no sería posible que uno de los asteroides fuera manejado por tecnología alienígena?
Una interesante investigación
La Tierra está a merced de un sinfín de cuerpos que viajan y, los más pequeños, tienen contacto con ella. Por otro lado, los grandes se alejan y vuelven tras cumplir su trayectoria. Es por esta razón que se está sopesando la posibilidad de que alguno de estos asteroides fuera utilizado por otras civilizaciones extraterrestres.
Puede que alguno de ellos hubiese sido objeto de explotación de minerales o quizá lo utilizaron como una forma de quitarse sus desechos de encima. Quizá hayan intentado implantar algunas modificaciones tecnológicas, entre otros aspectos similares. Es por esta razón que la NASA, hace poco, envió la sonda Osiris-Rex para la exploración de la superficie de asteroide Bennu y la excavación de su interior. Algo increíble.
Un asombroso asteroide
Se tiene el conocimiento de que dicho asteroide mide 500 metros de diámetro, aproximadamente y es rico en carbón. Se dice que su formación cambió hace 4000 años y que existen posibilidades de que en su interior existan moléculas orgánicas y volátiles, esto pudieron ser un pilar específico para la vida en nuestro planeta. Se estima que se desplaza a 100.000 kilómetros por hora, acercándose a la Tierra cada seis años.
Fue elegido por la NASA para ser estudiado por la sonda Osiris-Rex debido a su trayectoria, ya que es improbable que choque con la Tierra. Además, de las probabilidades de vida. Dicho lanzamiento se ejecutó en el 2016 y no fue hasta el 2018 que la sonda llegó a su destino de forma exitosa. Actualmente se comenzaron los estudios de la superficie de asteroide y en el 2020 se comenzarán a buscar muestras en su interior.
Una estrategia increíble
La extracción de muestras se hará gracias a un brazo retráctil. Este sondeará la superficie eyectando un chorro de nitrógeno gaseoso, de modo que podrá tomar las porciones de regolito. Posteriormente las muestras se guardarán dentro de una cápsula de Retorno. Estas serán enviadas en el 2021 de vuelta a la Tierra y se estima que su llegada será en 2023. Un proceso asombroso para investigar este increíble asteroide.