Los cráneos de Paracas son de seres no documentados

Hace unos cuantos años ya, más concretamente en 1928, se descubrieron los cráneos de Paracas, en la región del mismo nombre, situada en Perú. Esta colección de calaveras alargadas acabaron generando muchísima controversia. Sin duda alguna, la forma que presentaban era completamente distinta a lo descubierto hasta la fecha. Los investigadores no podían más que preguntarse si podía ser que fueran resultado de una automutilación extraña de aquella cultura desconocida; o si podían estar ante una raza completamente distinta de humanos nunca antes vista y que vivió en la Antigua América del Sur.

Pues bien, parece que las respuestas a estas preguntas ya están aquí y no dejarán indiferente a nadie.

Los cráneos de Paracas, varias dudas e hipótesis

Estos cráneos, que hasta ahora se encontraban en el Museo de Historia de Paracas y el Museo de Ica en Perú, se pensaba, según expertos en la materia y culturas precolombinas, que se habían alargado como resultado de la mutilación deliberada.

Esto viene a raíz de modelos aparecidos en otras culturas antiguas de otras partes del mundo, ya que esta práctica se ejecutaba como una forma de distinción de los miembros más importantes en muchas tribus a lo largo de todo el globo. Como es de esperar, estas mutilaciones craneales implicaban un proceso largo y muy penoso en el cual la gente usaba tablones atados en la cabeza desde su nacimiento.

Sin embargo, un reciente examen de los cráneos de Paracas encontró que no tenían sellos de ese tipo de tratamiento.

Los resultados de ADN arrojan datos sorprendentes

Esto quiere decir que todas estas… personas, tenían la cabeza con esta forma de manera totalmente natural, sin factores externos que los hayan modificado, eran naturales, esto es, una cualidad innata de esa raza en específico de humanos, que, al no quedar constatada en ningún registro de la historia, pertenecería a una completamente desconocida y, seguramente, extinta raza de humanoide parecida al homo sapiens o, por lo menos, de la misma época.

Con esta información como base, los cráneos fueron enviados al Dr. L A Marzulli, junto con un equipo de ocho científicos e investigadores que trabajaron en conjunto con el Ministerio de Cultura del Perú.

Este equipo en concreto, decidió comenzar la investigación realizando pruebas de ADN para poder determinar qué tipo de relación tenía con los antiguos seres humanos.

Sin embargo, y para sorpresa de todos, los resultados fueron completamente sorprendentes. Los científicos descubrieron que el ADN de los cráneos de Paracas era tan distinto al de los seres humanos que ni siquiera podían pertenecer a la misma especie. ¡Increíble!

Perú, lugar de encuentro entre antiguas civilizaciones y vida extraterrestre

Hay que decir que todavía no han publicado una teoría precisa al público en general, pero han prometido celebrar una conferencia de prensa donde publicarán los resultados completos de esta investigación y todas sus impresiones.

Parece que últimamente Perú está considerado como uno de los puntos calientes de la actividad extraterrestre, más concretamente, los extraterrestres relacionados con la antigüedad y el principio de los tiempos. Este país es el sitio de una gran cantidad de extraños artefactos inexplicables que sugieren una antigua y altamente sofisticada raza de seres que alguna vez habitaron en este área.

Para todos aquellos fanáticos de la ufología y el misterio, no les suena raro la relación de la cultura de esta parte del país, nos solo con los cráneos de Paracas y los sobrenatural, sino que esta misma civilización, los Paracas y los Toparas, son los artífices de las últimas y más enigmáticas líneas de Nazca, descubiertas hace relativamente poco tiempo y que llevaban escondidas al ojo humano varios miles de años.

Una vez llegados a este punto, solo nos podemos preguntar lo siguiente: ¿será esta la prueba definitiva de que estas teorías de antiguos alienígenas coexistieron con la gente local son verdad? Según los investigadores la conferencia será próximamente, en este mes de febrero.