La teoría de Orión relacionada con la ubicación de las pirámides ya se ha convertido en un clásico desde que apareció por primera vez en los años 90 el libro El misterio de Orión, escrito por Robert Bauval.
Uno de los principales argumentos de este libro era que tres de las pirámides más grandes de la meseta de Giza están perfectamente alineadas siguiendo un patrón preestablecido del cielo, imitando las tres estrellas pertenecientes al Cinturón de Orión.
A diferencia de la mayoría de las pirámides del mundo, las pirámides de Giza no tienen inscripciones. Según Bauval, es una anomalía que nos presenta el desafío de descifrar el propósito principal del complejo de pirámides de Giza.
Hay tres razones principales por las que las pirámides están conectadas o relacionadas con la constelación de Orión.
Primero, todas las pirámides apuntan hacia la Vía Láctea, que es la galaxia donde se encuentra el Cinturón de Orión.
Además, la pirámide más pequeña está algo desalineada, de modo que se ordena según la posición de las estrellas que forman la constelación de Orión.
Finalmente, es interesante ver que todas las pirámides coinciden en la dirección de Orión.
La arqueología convencional no acepta la conexión de Orión. Uno de los argumentos en contra de esta teoría es que las tres pirámides en realidad están alineadas, no desalineadas, para reflejar las tres estrellas en el Cinturón de Orión.
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