El enigma del monolito de Sayhuite: Diseños extraños, artesano desconocido.

El enigma del monolito de Sayhuite: Diseños extraños, artesano desconocido.



Numerosos diseños grabados en un monolito fueron obra de artesanos perdidos en el tiempo que dedicaron un inmenso esfuerzo y posiblemente incluso derramaron lágrimas en el proceso de creación. Este monolito, ahora situado en la actualidad en Perú, está adornado con más de 200 patrones tallados minuciosamente a semejanza de anfibios, reptiles, crustáceos y grandes felinos, todos rodeados por la representación de terrazas, cuerpos de agua, túneles y sistemas de riego. La exacta motivación y significado de estas tallas siguen siendo un enigma.

El sitio arqueológico de Sayhuite se encuentra en Abancay, en la provincia de Apurímac, en la región centro-sur de Perú, y data de la época del Imperio Inca, entre los siglos XV y XVI d.C. En comparación con otras reliquias incas, Sayhuite tiene poca evidencia restante de su historia incaica. El artefacto más distintivo del sitio es el Monolito de Sayhuite, una enigmática piedra adornada con numerosas tallas intrincadas.

El término ‘Sayhuite’ se cree que proviene de la palabra quechua ‘saywayta’, que significa ‘lugar de orientación’. Encaramado en la colina escalonada conocida como Concacha, el sitio fue en otro tiempo el lugar de un santuario cerrado. Hoy en día, todo lo que queda de este santuario es una plataforma elevada donde reside el monolito de Sayhuite. Algunos académicos proponen que este sitio fue uno de los cuatro oráculos santuarios de Apurímac, también conocido como los ‘hijos’ de Pachacamac. Sin embargo, en la actualidad, no hay pruebas arqueológicas suficientes para confirmar esta teoría.

El Monolito de Sayhuite no es la única piedra tallada en la zona. Un grupo de rocas talladas, conocido colectivamente como Rumihuasi (o ‘casa de piedra’), se puede encontrar en el valle debajo del sitio. Los diseños en el monolito de Rumihuasi pueden describirse como geométricos, consistiendo a menudo en escalones y canales. En contraste, el Monolito de Sayhuite presenta no solo diseños geométricos sino también zoomórficos. Por lo tanto, aunque no es la única piedra esculpida en la zona, sin duda destaca por su singularidad.

Las dimensiones del Monolito de Sayhuite son aproximadamente de 2 metros de longitud y 4 metros de ancho. Aunque actualmente está situado en la plataforma elevada sobre Concacha, los investigadores no están seguros de su ubicación original. Dado que el monolito no se encuentra naturalmente en este lugar, puede que haya sido transportado. El monolito parece haber sido desplazado, posiblemente por saqueadores en el pasado. Además de la pregunta sobre su ubicación inicial, tampoco está claro quién podría haber sido su creador.

El Monolito de Sayhuite ha atraído un interés significativo debido a sus tallados. Se pueden observar más de 200 diseños zoomórficos y geométricos en la superficie del monolito, principalmente representando reptiles, grandes felinos, crustáceos y ranas. Algunos investigadores han sugerido que la selección de estas criaturas puede tener un valor simbólico comprensible para los incas. Por ejemplo, la representación de grandes felinos podría aludir potencialmente a Cuzco, la capital del Imperio Inca, y su clase dominante, en particular a Pachacuti, el noveno Sapa Inca y el primer gobernante del Imperio Inca.

Descifrando los diseños del Monolito
Además de los diseños zoomórficos, el monolito también presenta tallados geométricos, interpretados como representaciones de terrazas, cuerpos de agua, túneles y sistemas de riego. Si esta interpretación es válida, podría implicar que la piedra sirve como un modelo a escala del paisaje. Algunos han sugerido además que el Monolito de Sayhuite podría haber sido utilizado como una herramienta topográfica para estudiar hidráulica. Según esta hipótesis, los antiguos ingenieros incas habrían utilizado el monolito para experimentar y observar el flujo de agua, que luego se aplicaría a proyectos comunitarios de agua. Además, un modelo de este tipo podría haber servido como una herramienta educativa para aspirantes a ingenieros y técnicos en el campo.

Sin embargo, algunos proponen que el Monolito de Sayhuite podría haber tenido una función más espiritual o ritualista. Se ha conjeturado que el monolito podría haber sido una representación del cosmos o estar relacionado con una práctica religiosa centrada en el agua. Con numerosas fuentes naturales cercanas, es plausible que cualquier ritual realizado en el sitio estuviera vinculado a la gestión del agua y la obtención de lluvia.

Independientemente, el Monolito de Sayhuite sigue captando interés como un misterio fascinante. Desde reflexionar sobre sus creadores hasta su función, las personas sin duda seguirán teorizando al respecto durante muchos años más.

Imagen destacada: El Monolito de Sayhuite. Fuente: AgainErick / CC BY SA 3.0

Referencias:
– Harvey, I., 2016. Sayhuite Stone – the mystery behind the giant rock contain more than 200 geometric and zoomorphic figures. https://www.thevintagenews.com/2016/07/30/priority-sayhuite-stone-mystery-behind-giant-rock-contain-200-geometric-zoomorphic-figures/
– Ivan, 2012. The Sayhuite Stone—A massive boulder with over 200 Geometric and zoomorphic figures. https://www.ancient-code.com/sayhuite-stone-massive-boulder-200-geometric-zoomorphic-figures/
– Kaushik, 2016. Sayhuite Stone: An Ancient Hydraulic Scale Model of The Inca Empire?. http://www.amusingplanet.com/2016/07/sayhuite-stone-ancient-hydraulic-scale.html
– Raising Miro on the Road of Life, 2013. The Mystery of Sayhuite. http://www.raisingmiro.com/2013/06/03/the-mystery-of-sayhuite/
– Rediscover Machu Picchu, 2017. Sayhuite (Saywite). https://www.rediscovermachupicchu.com/sayhuite.htm
– Sia Magazine, 2016. The Mystery Behind The Giant Rock Which Contains More Than 200 Figures – ‘Sayhuite Stone’. http://siamagazin.com/the-mystery-behind-the-giant-rock-which-contains-more-than-200-figures-sayhuite-stone/
– Staller, J. E., 2008. Dimensions of Place: The Significance of Centers. In: Pre-Columbian Landscapes. New York, N.Y.: Springer Science + Business Media, LLC, pp. 269-314.

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