Carmel, encargado de descifrar los escritos de los mayores criminales, tiene resultados escalofriantes

Una pregunta que es casi imposible de responder es qué pasa por la mente de un asesino. Si bien no tenemos una respuesta precisa, podemos darnos una idea cuando escriben, dibujan o hablan. Pero, ¿qué pasa cuando van más allá y confunden a todo un país?

Retrato robot de The Zodiac

The Zodiac, ¿qué sabemos de él o ella?

A veces el mejor equipo de policías y la tecnología actual no es suficiente para entender la mente perturbada de un asesino serial. Un vivo ejemplo de ello, es el denominado The Zodiac o el Asesino del Zodiaco. Se le acusa de cinco asesinatos, aunque él mismo alega estar relacionado a más de 30 muertes.

El Asesino del Zodiaco operó en el norte de California durante la década de los 60. Cuando se dio a conocer fue el azote de la zona, manteniendo en una especie de toque de queda a los pobladores, mientras la policía estaba en jaque.

Las cartas y el análisis

Es irónico decirlo, pero el Asesino del Zodiaco, por más que se desconoce su paradero y no se sabe exactamente cómo luce, tuvo una cercana relación con la policía. Él en múltiples oportunidades enviaba cartas revelando datos o sencillamente hablando a la policía. Sin embargo, algo que nos mantiene desconcertados es un curioso cifrado.

Cifrado de The Zodiac

Los mejores en el descifrado tuvieron la oportunidad de analizarlo sin obtener ningún resultado concluyente. A sabiendas de ello, la policía desarrolló una inteligencia artificial (IA) que trabajaría arduamente para descifrar el increíblemente difícil escrito.

Los resultados de la IA

El programa de inteligencia artificial llamado Carmel solo ha logrado descifrar algunos fragmentos del escrito, el cual se compone de muy confusos símbolos y dibujos abstractos que por más de 50 años no habían podido entender ni un solo caracter. Sin más, lee y analiza dos fragmentos dejados por el asesino y descifrados por la IA.

“Rodeado por los atribulados, por los ladrones, confundido y magullado y envenenado por el maestro, confundido y cegado por las intrigas indefensas, confundido y cegado por la espantosa calumnia…”. Otro fragmento dice, “a través del taxi y la prisión, solo y enojado por un asesinato brutal, rodeado de un lago artificial, nunca un asesino convicto”.